Muchas cosas curiosas

En Nueva Zelanda hay unos animales llamados tuátaras. Son los lagartos más antiguos del mundo y convivieron con los dinosaurios. Tienen tres ojos, unos de ellos en mitad de la frente con el que cuando nacen distinguen la luz de la oscuridad. A medida que van creciendo, este ojo se va tapando con la piel y por unas escamas que lo cubren totalmente.






Cada verano, la naturaleza nos regala un maravilloso espectáculo de lluvia de estrella en San Lorenzo de El Escorial llamado "Lágrimas de San Lorenzo".

Entre el 17 de julio y el 24 de agosto la Tierra atraviesa el rastro de pequeñas partículas dejado por el cometa Swift-Tuttle. Cuando estas partículas penetran con la atmósfera de nuestro planeta, se desintegran y producen una lluvia de estrellas.

¿Sabías que los recién nacidos tienen más huesos que los adultos? ¿No lo sabías? Pues ya lo sabes.

Esto se debe a que los recién nacidos nacen con algunos huesos separados para facilitar su salida en el momento del parto. Con el tiempo van soldando en su respectivo sitio.
Por ese motivo un bebé cuenta con más de trescientos huesos mientras los adulltos cuentan con 206.

Nuestro cuerpo tiene muchas cosas curiosas:

• Emplea 17 músculospara sonreír y 43 para fruncir el ceño, así que es mucho más cansado estar enfadado que contento.
• Nuestros ojos consevan, desde el nacimiento, el mismo tamaño a medida que vamos creciendo, en cambio, la nariz y las orejas no dejan de crecer.
• Un mensaje enviado desde el cerebro a cualquier parte de nuestro organismo puede alcanzar...¡400 km por hora!

¿Alguna vez no has escuchado una gravación o video en el que tú hables? ¿No has notado nada raro en tu voz? Pues, tranquilo, no te has vuelto loco porque en las gravaciones de voz, nuestra voz cambia. ¿Sabes por qué no reconocemos nuestra voz? Pues porque la voz que consideramos"nuestra" es en realidad el sonido que llega a nosotros por dos caminos. Uno va por el aire, a través del canal auditivo externo,el tímpano y el oído medio,hasta el oído interno. El otro camino parte desde las cuerdas vocales y baja por los huesos de la cabeza hasta el oído interno dando tonos más graves. Al escuchar una gravación, se elimmina esta segunda vía, y con ella, muchas frecuencias propias de nuestra voz